Este fin de semana el presidente Donald Trump, nominó a Coney Barrett, una conservadora con profundas convicciones religiosas, para que llene el asiento que quedó vacante en la corte suprema tras la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg.
Está por definirse un puesto clave en víspera de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Desde su llegada al poder Trump ha transformado la Corte Suprema de Justicia. Desde entonces el presidente ya ha conseguido confirmar a dos jueces.
De conseguir el voto del senado como es de esperarse, Coney Barrett podría terminar de concretar la ventaja en el supremo a favor de los republicanos. En el siguiente informe le explicamos una lucha de poderes detrás de un asiento en el máximo tribunal de los estados unidos.
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